sábado, 20 de febrero de 2016

El TOC: obsesiones y compulsiones



El trastorno obsesivo-compulsivo se caracteriza por la presencia de obsesiones o compulsiones o (como suele ser el caso) de ambas. Las obsesiones o compulsiones causan una marcada angustia, llevan mucho tiempo e interfieren con el funcionamiento normal de la persona. 

Obsesiones: pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y no deseados que se viven como molestos o inapropiados.

• En el OCD, las obsesiones no son meras preocupaciones sobre problemas de la vida real. 

• La persona se da cuenta de que los pensamientos obsesivos provienen de su propia mente. 

• La persona intenta suprimir o neutralizar las obsesiones con acciones u otros pensamientos. 

• Algunos ejemplos de las obsesiones típicas son pensamientos de estar contaminado por suciedad o gérmenes, o pensamientos de haber lastimado a alguien, aunque se reconozca que tales preocupaciones no son realistas. 

Compulsiones: conductas o “rituales” repetitivos que la persona se siente impulsada a llevar a cabo de una manera en particular 

• Las acciones compulsivas se llevan a cabo para disminuir la angustia o para impedir que algo malo suceda, aunque no haya ninguna 

conexión realista con la prevención de tal acontecimiento. 

• Algunas de las compulsiones típicas son limpieza excesiva (como el lavado de manos), verificaciones repetitivas y la acumulación 

de objetos inútiles. 

• Para algunas personas, los actos mentales que consisten en rezar, contar o repetir palabras en silencio pueden constituir compulsiones. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario